8 de octubre de 2011

º

Vamos a bailar ésta, la de la tentación cercana y palpitante, de ella, de morderte a ti. Vamos a evitar dilatar ojos verdes de envidia, no debería ser tan sencillo, pero de hecho lo parece. Podríamos tropezarnos con cualquiera de las casualidades que se paran en las esquinas, algunas se plantan y hacen que no están por allí; otras se meten por callejones estrechos en su esfuerzo al perserguirnos. Los domingos están hasta la bandera de esquinazos y pequeñas cosas, cuesta creerlo, pero a veces pienso que a todos debería gustarnos los domingos.

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