21 de abril de 2011

Crrtr Gral, 155.

Por las idas y venidas, por lo que cada cual decide hacer con su vida, por las razones que nunca existieron para quedarnos y, pese al miedo al señor del adiós, la distancia y el olvido, dejamos de ser 4 en casa. Por el mismo motivo hoy, para cenar, volvemos los mismos.

Además, recuerdo que hace tiempo que le prometí a Koki un "nunca mas", se acabaron las macabras bromas telefónicas de todos y cada uno de los días que, para variar, decido pegar un telefonazo a Canarias. Nunca más salté con aquello de -¿y qué?, ¿Ya se ha muerto el perro?- en compañía de la mítica respuesta de mi madre.. -¿Tú vas a parar algún día de matar al pobre perrito?-. Hoy, aunque él no se haya dado por enterado, nos hemos regalado un paréntesis. Parece mentira que haya envejecido tanto sin tiempo a darme cuenta pero, sin duda, lo que me deja atónita es que a sus 82 años perrunos todavía fuera capaz de correr tras las míticas pompas de jabón y yo, que siempre fui fiel admiradora del pasado, no he querido dejar pasar la oportunidad de sentirme como cuando tenía 11 años y pocas ganas de hacer los deberes..

No hay comentarios: