16 de febrero de 2011

Quiero una nueva capa de pintura en la pared. Entrar y encontrar una habitación nueva. Pararé, creo que no nos estamos entendiendo. Es hablar de habitaciones e imaginar sábanas revueltas, un guiño al último desvelado del mundo y espaldas. ¿Qué hubiera sido de nosotros sin las espaldas?.
Tampoco es esto a lo que me refería, traté de madurar una sensación y aún no sé si me ha salido bien. Del pseudohipoteticofracaso me recompondría acompañando un porro con un vaso de leche fría. Por lo menos trataría de empezar así. Me he quedado con las ganas de un café contigo, el de después de comer se ha peleado con el sin sabor y parece descafeinado. No se decide a sonar la canción perfecta y al final no he dicho nada, pero me he preparado un reconfortante trago de palabras.

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