21 de enero de 2010

Memorias de un 3º tiempo I

Atípico domingo de un mes de noviembre que empieza a agonizar.Por mucho que me exponga no acabo acostumbrarme al frío mañanero de Madrid. Es atípico por mil y un motivos, el primero es que en esta especie de dinámica envolvente según la cual se mueve mi día a día, los domingos empiezan a partir de la 13:15, con resaca y una ducha de agua tibia que ayuda a llenar los huecos vacios de la noche anterior.

Pero no, este domingo me sorprende con mañana y partido de balonmano incluido, de hecho, tiene suficiente mañana como para bajar a desayunar a esa especie de comedor con horario que no he pisado en todo el curso (Bienvenidos al Barberán), donde hay cabida para las típicas ironías pesimistas antes del partido.

Y es que no era para menos, sólo 5 niñas para un deporte en el que, como mínimo, juegan 7. A fuerza de telefonazos acabamos 8 seres de la vida de azul, rojo y blanco deambulando por la Avenida Séneca con dirección al Colegio Mayor Chaminade. A pesar de las ganas de ganar, vamos pseudodormidas, algo enfermas y, la mayoría, inexpertas en el arte de pasar el balón. Cada una llevando su propia historia y procesión por dentro. Entre lineas se lee la pregunta que a todas nos ronda la cabeza ¿A quién se le ocurre?, Un puto domingo por la mañana...

Pero al igual q ya se sabe que el comer y el rascar, todo es empezar, empezó el partido. De espectadores teníamos a los pingüinos que frecuentan Ciudad Universitaria, con bufandas rojas y las correpondientes pipas de turno. En el campo estábamos nosotras.. intentándolo, abriendo huecos y encarando la porteria sin, por el momento, suerte ninguna. ¿Y el otro equipo? Del otro equipo decir que la batuta la llevaba la rubia choni del partido: alta, delgada y bruta como ella sola. Ahora mismo lleva el balón en la mano, porque una servidora la acaba de cagar en ataque,.. corro a defender para enmendar el error, la alcanzo y..¡*!

En este momento la secuencia lógica del tiempo dibuja un paréntesis, pierdo la noción del equilibrio, del movimiento y de la posición del cuerpo. A partir de este punto, todo se resume a dos crugidos y tres gritos intermitentes

(...)

1 comentario:

pintamonadas dijo...

Acabo de descubrir tu blog...señorita patacabra:). Que no decaiga el ánimo, que las Señoras que...también pueden ir lisiadas, es más, le aportan mayor credibilidad al personaje.

Siempre he pensado, que llámese fútbol, balonmano, o pitosflauta...el deporte femenino es muy bruto, y algunas chonis rubias altas, soy muy, pero que muy bastas.

Más que un sobao martínez..