18 de mayo de 2007

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..Quizás hoy sea ese día que hace diez año nunca quise que llegara, diez años que -por fortuna o desgracia- dan para demasiado. No puedo evitar volver la vista atrás de vez en cuando para sentirme quien fui, y ya empieza a convertirse en vicio al cual no logro encontrar alternativa,ya que al fin de cuentas.."Todo tiempo pasado siempre fue mejor".

Por eso hoy, en el día que hace diez años nunca quise que llegara, es el mejor momento para despedirme de ti, de ti y de ti; de todos aquellos que supieron hacerme sonreír cuando todo parecía perdido, pero que ahora, que realmente he perdido todo, han sabido situarse en aquel escondite que de pequeña nunca hallé, y que a estas alturas de la vida ni siquiera creo recordar cómo buscar.

También, como ya intenté en su día, quiero despedirme de ti, de quien llegó a mi rutina sin avisar y llevándose consigo un trocito importante de mi corazón, de mi mente y el cincuenta por ciento de mis ilusiones. Hoy sí, hoy ya puedo despedirme de ti, porque al igual que un día entraste sin hacer demasiado ruido, te alejaste de mi vida sin pensar en cómo lo estabas haciendo, sin seccionarte de dejarme entera, de una sola pieza, tal como te había recibido..¿Lo recuerdas?. Hoy -por fin- me considero tan fuerte como para reconocerte haber olvidado, pero tan sólo he aprendido cómo poder vivir sin ti..

Por último quería despedirte a ti, de quien nunca he sabido cómo poder hacerlo..de ti*, que me convenciste de la existencia de esos príncipes azules que nunca duermen y que no abandonan a medio camino sin darte alguna eterna despedida..no tendría por qué haber sido la mejor, sólo tendría que haber sido tuya y mía, ese último momento nuestro que hubiera bastado para que hoy, algo más de diez años después, pudiese recordarte con una ligera sonrisa en mis labios. Pese a todo, gracias por haberme dado lo que me diste y haberme convertido en quien soy, pero todo el tiempo del mundo me sería insuficiente para perdonarte que me dejaras así, sin esa despedida" que por todo merecí, o en su lugar ese "hasta cuando volvamos a vernos". Siempre esperé que ese día tú me estuvieses esperando con los brazos abiertos.